La vida de un perfeccionista
La vida no es como queremos que sea. La vida es. Y uno hace lo que puede con esa realidad. Hay cosas que, teóricamente, no deberían pasar, pero pasan. Y en la foto hay algunos ejemplos: Un tigre disfrutando un baño en el mismo estanque que un patito. En las fotos blanco y negro, se muestra una zona donde cayó la bomba atómica de Hiroshima, con una gran destrucción, pero con algunos árboles aún en pie. Y al lado, esos mismos árboles florecidos, años después. Y la vida es así: inesperada, ilógica, incontrolable, incoherente, inestable. Por eso sufre tanto el perfeccionista. Porque nunca todas las piezas encajan. No siempre podemos completar el rompecabezas. Y eso, a las personas de ideas rígidas e intransigentes, las aturde, las sobrepasa. Y, para empeorar la situación, a la vida eso no le importa. Hay personas que sufren si la cama no está “bien” hecha o si el postre no les quedó como siempre. Es literal: sufren. Aunque a la mayoría nos parezca algo menor, algunos necesitan tene...