Escuchar el viento

 


 

¿Cuánto hace que no silbás?

¿Cuánto hace que no cantás?... ni siquiera tarareás

¿Cuánto hace que no te perdés?, incluso a propósito.

¿Cuánto hace que no cambias el camino para ir a trabajar? (O cualquier otro lado)

¿Cuánto hace que no cerrás tus ojos y respirás profundo?

¿Cuánto hace que no te sentás en un parque, solo a mirar?

¿Cuánto hace que no apagás tu celular 1 hora, 2 horas, 24 horas? (En un año ¿cuántos mensajes o llamados urgentes y vitales recibiste?)

¿Cuánto hace que no intentas escuchar tu corazón?

¿Cuánto hace que no escuchas tus discos favoritos de la adolescencia?

¿Cuánto hace que no te das tiempo libre a vos mismo?

¿Cuánto hace que no te reunís con los que querés y te quieren? Con esos que te hace BIEN reunirte.

¿Cuánto hace que no escuchas el viento?

Y para nada de esto y mucho más, se necesitan condiciones especiales, ni es algo caro de hacer, ni es necesario viajar a Hawaii.

Lo hacés en la plaza de la esquina, la rambla o en tu propia casa. Solo depende de vos.

Gracias por leer

César G. Monteghirfo

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Aprender a volar

¿Vejez digna?

Después