Entre uno y otro
La vida es un tira y afloja continuo entre dos o más opciones, y esto ocurre en cualquier ámbito, edad, cultura, sexo, raza, etc.
Desde que nacemos, tenemos que decidir siempre entre decir o callar, salud o enfermedad, frío o calor, hacer o no hacer, ir o no ir, quejarnos o aceptar, ser sumisos o discutidores, ser agradables o desagradables, ser confiables o mercenarios.
Y mientras vamos pensando en esas disyuntivas permanentes, vamos viviendo. Y como es lógico, una vez más se nos presenta la dualidad y, a veces, resolvemos bien y otras no. A veces tomamos las decisiones correctas según las circunstancias, y otras veces no. A veces "ganamos" y otras veces "perdemos".
Si aprendiéramos sobre el yin y yang, pero no solo a repetir lo que significa el "dibujito", sino si tuviéramos una profunda comprensión de cómo nos afectan las dos fuerzas COMPLEMENTARIAS e INTERDEPENDIENTES en nuestra vida cotidiana, toda nuestra vida sería más fluida, menos tensa, menos conflictiva y mucho más aprovechable.
Si logramos interiorizar, abrazar y experimentar el principio del yin y yang, en lugar de solo pretender entenderlo, viviremos de acuerdo con el fluir de la vida, en lugar de ir en contra de ella cada vez que decidimos algo.
Y lo bueno de esto es que este camino lo pueden tomar todos: creyentes, ateos, agnósticos, ya que es un principio de la naturaleza que se encuentra en toda la creación.
César G. Monteghirfo
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