La cuestión no es olvidar

 

Van dos monjes caminando por el bosque. Un maestro y su joven alumno.

Escuchan gritos pidiendo ayuda, corren en dirección de los gritos, hasta que llegan a un río y ven a una joven intentando salir de la corriente del río, pero, cansada de nadar, se estaba ahogando.

El maestro, sin pensarlo, se tira al agua, rescata a la joven y la lleva hasta la orilla. Se asegura de que está bien y luego se retiran.

Al otro día, el joven alumno le pregunta al maestro:
—Maestro, algo de lo que pasó ayer, por más que lo pienso, no lo entiendo. Nuestros preceptos nos prohíben todo contacto y comunicación con mujeres. Sin embargo, usted tomó a esa mujer en sus brazos y luego habló largo rato con ella.

—Es verdad —dice el maestro—. Pero yo rescaté a la mujer y la dejé a salvo en la orilla. Mientras tú, 24 horas después, continúas con ella en tu mente.

La cuestión no es olvidar o negar tu pasado, sino evitar atarte a él, por más bueno o malo que haya sido.

Gracias por leer

César G. Monteghirfo

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