Hoy, un hombre apenas vestido, casi sin dientes, sentado en la calle, me dice unas palabras al pasar. Yo no entiendo lo que dice. Me acerco y le digo que me vuelva a decir, porque no lo había escuchado. Me mira y me pregunta: —¿Por qué nadie llora cuando se entera que se puede morir en cualquier momento, pero sí lloramos cuando alguien nos engaña? ¿O no podemos dormir porque tenemos alguna deuda? —¿No es raro eso? —No sé —le dije, y seguí caminando... y pensando. ...................... César G. Monteghirfo

Hace más de 2000 años, algunas personas sentían un llamado místico, religioso o filosófico y tendían a abandonar la sociedad buscando lugares apartados: desiertos, bosques o montañas. Su intención era alejarse de lo mundano y de la comodidad de una vida protegida, para entregarse por completo a su vocación. Creían que, alejándose de las comodidades y acercándose a la naturaleza, lograrían una vida espiritual más plena, enfrentándose a situaciones más reales e incluso más peligrosas que en los pueblos. Esta idea se difundió hasta convertirse en un estereotipo: la persona que se aísla del mundo para enfrentarse a sí misma y a una vida rigurosa, sin comodidades. Sin embargo, más de 2000 años después, todo cambió. Hoy, ser un eremita no implica vivir de la caza y la pesca en una cueva. Hoy eso, sería el camino fácil. Enfrentar la vida urbana es mucho más difícil para quien desea mantener una conducta religiosa o filosófica. Las ciudades nos exponen a tentaciones constantes, ruido, violenci...

No hay que confundir: .......... Controlado no es contenido. Tranquilo no es inactivo. Resolutivo no es ansioso. Pensativo no es divagante. Creativo no es delirante. Pacífico no es pasivo. Equilibrado no es "tibio". Callado no es miedoso. Incisivo no es nervioso Alegre no es hueco. Inteligente no es aburrido. Culto no es inentendible. Confundido no es perdido. Fe no es creer. Buscar no es llegar. Religión no es temer. Contemplativo no es vacío. Amar no es cambiar. Cambiar no es amar. ............. César G. Monteghirfo

  Borges nos enseña en pocas palabras como uno se puede perder el presente, aunque sea sólo por distracción. ............................... Nostalgia del presente En aquel preciso momento el hombre se dijo: Qué no daría yo por la dicha de estar a tu lado en Islandia bajo el gran día inmóvil y de compartir el ahora como se comparte la música o el sabor de la fruta. En aquel preciso momento el hombre estaba junto a ella en Islandia. Jorge Luis Borges