Trascendencia
En un intento de parecer profundos, muchos recurren a símbolos y prácticas que creen trascendentales, pero no conectan con el verdadero significado detrás de esos símbolos. Así es como los signos y símbolos se convierten en lindos tatuajes y las prácticas espirituales se convierten en actividades grupales sin profundidad.
La trascendencia no se trata de un cambio estético, sino de una transformación interna, una que nadie ve, pero que lo cambia todo. Lo profundo no te interrumpe con notificaciones, no aparece en la lista de lo más visto, no es tendencia en las redes
La trascendencia no te da las respuestas: te obliga a encontrarlas.
Así, la verdadera trascendencia se convierte en un camino silencioso, lejos de los reflectores, y exige compromiso en cada elección de nuestra vida cotidiana.
Lo que realmente importa no es lo que los demás perciban, sino lo que nosotros construimos con cada paso.
Lo que hacemos con nuestras vidas es lo único que dejamos. No son las posesiones lo que trasciende. Cada decisión es una oportunidad: la de hundirse en la intrascendencia o elevarse por encima de lo cotidiano.
Tal vez nadie lo vea. Pero si lo hacés bien, sabrás que tu vida valió la pena, y en esa certeza está la verdadera trascendencia.
Que todo sea para bien. Y gracias por leer.
César G. Monteghirfo
Excelente, gracias por compartirlo
ResponderBorrarCreo que uno tiene las respuestas acompañadote cada día
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