¿En qué nos convertimos?
Fuimos guerreros, nómadas, conquistadores, cazadores, cultivadores. Expandimos culturas, invadimos y nos invadieron. Fuimos santos de pueblos elegidos y fuimos demonios de algún otro pueblo.
Fuimos quienes creamos las primeras creencias religiosas y fuimos los que discutíamos en el ágora.
Creamos pinturas para nuestro arte rupestre y vestimentas, usando las pieles de los animales que matábamos con nuestras manos, o con armas que nosotros también creamos.
Fuimos los que inventamos idiomas, escrituras, matemáticas. Y los que inventamos lo que escribir sobre esos idiomas o matemáticas.
Fuimos artistas, antes de saber que lo íbamos a llamar arte. Fuimos astrónomos sin telescopios y astrólogos sin carta astral. Descubrimos la circunferencia de la tierra con 2 palos y mucha observación.
Fuimos todo eso y yo me pregunto: ¿Qué nos pasó? ¿Qué nos hicimos?
¿Cómo pasamos de aquello a ser viejos que paseamos caniches?
Es cierto, vivimos más años, viajamos más rápido, casi no nos mojamos si llueve, tenemos dientes blancos y nos exfoliamos la piel. ¿Y to pa qué? (Diría un viejo amigo andaluz).
¿En serio nuestra vida futura, o presente, quedará reducida a hablar de la serie de moda y muy poco más?
La idea de sobrevivir hoy es llegar a la jubilación, con el mejor sueldo posible, así puedo vivir sin trabajar, ganando un dinero mensual seguro. Esta es nuestra actual idea de aventura.
La mayor ambición ahora es ser un buen empleado, mantener el trabajo y así llegar a viejo. Aunque no se sabe bien para qué, pero hay que llegar a viejo y con "buena calidad de vida", que eso es sinónimo de gastar mucho dinero en cuidados, remedios y actividades.
No todo lo que hacíamos en el pasado fue bueno, pero hacíamos... éramos protagonistas de la vida, para bien o para mal, como sea. Es cierto que no todo fue bueno, hubo mucho sufrimiento, pero hacíamos.
Hoy... hoy somos espectadores. Hay igual sufrimiento, pero, por las dudas, no nos metemos, no opinamos, no discutimos.
Hoy te enseñan que "hay que aprender a soltar", hay que aceptar los cambios (los que sean, pero hay que aceptarlos).
Hoy no se necesitan aquellos mesiánicos dictadores, ya estamos amansados, dóciles, amaestrados. Nosotros nos autocensuramos, por las dudas de que alguien se ofenda. Las ONG y otros hicieron bien su trabajo.
Por supuesto, yo no soy ningún Alejandro Magno, pero tampoco quiero ser un viejo que pasea su caniche dos veces al día, por la plaza más cercana.
................................
Que todo sea para bien. Y Gracias por leer.
César G. Monteghirfo
Comentarios
Publicar un comentario