8 mil millones
En el mundo ya somos más de 8 mil millones de personas.
8 mil millones de historias con colores, idiomas, gustos, comidas, creencias, miedos, mitos, vestimentas, climas, geografías, ideas políticas, economías y filosofías distintas. Todo, o en su mayoría, diferente. Puede haber algunas similitudes, pero no igualdades,
Gente con mentes prodigiosas y otras analfabetas. Algunos que parecen vivir en el siglo XXIII y otros estancados en el medioevo. Niños con infancias ideales, que son amados, cuidados y bien alimentados; y otros que solo sufren, sufren y sufren.
Tenemos guerras y odios ancestrales, pero también odios nuevos. Prostitución infantil, violencia doméstica, explotación laboral. Y mucho más: tantas cosas que mencionarlas todas sería imposible.
Pero fijarse solo en lo malo es una observación superficial y sencilla. Es lo que nos rodea, lo que nos promocionan. (¿Se dieron cuenta de que no existe un premio Oscar para un actor cómico? Todos los ganadores son drama
Aun así, además del horror y los problemas que enfrentamos, también hay cosas buenas, lindas, simpáticas, románticas, amistosas, que pasan todos los días.
No todas las familias están rotas. Todavía hay amigos que hacen cosas desinteresadas. Hay gente que se enamora, que llora con el final de una película. Gente que ríe y que hace reír.
Y hay personas que, en los momentos más difíciles, estrechan lazos de comprensión, tolerancia y se ayudan entre sí y a los demás.
Es fácil decir que todo está perdido.
Es fácil pensar que no hay esperanza.
Es fácil opinar que "otro" es el culpable.
Es fácil concluir que todo me da igual.
Porque para nada de eso hace falta esforzarse.
¿Para qué me voy a motivar, si todo está mal?
¿Para qué voy a mejorar, si todo es corrupción?
Tal vez habría que intentar ser mejor persona por uno mismo y no por lo que piensen u opinen los demás, ni por cómo esté el mundo.
Si cada uno, a su modo y como pueda, hiciera un pequeño esfuerzo por ser mejor que ayer, la historia que escribiríamos en el futuro sería distinta a la del pasado. Si no lo hacemos, será la misma de siempre.
Mantener esta visión del mundo exige un esfuerzo extra. Requiere compromiso. Compromiso con la vida propia y con la vida de los demás.
Sí, ya sé... es idealismo. Es verdad. ¿Pero por qué no probar esta opción?
Cada uno elige.
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Que todo sea para bien. Y Gracias por leer.
César G. Monteghirfo
tambien hay personas idealistas, que expresan lo que piensa, lo que sienten por escrito. Que entretienen, que acompañan , que hacen pens
ResponderBorrarar. dudar y afirmar en sus conceptos ..