¿Y si todo fuera al revés?

Este texto es solo una tonta hipótesis, una imaginativa suposición, un delirio creativo... o no.

En general, nos educaron para vivir en una formalidad social, cumplir ciertos roles, dividiendo los comportamientos en buenos y malos.

Cuántos más comportamientos a favor de la sociabilidad cumpla, mejor visto estaré por esa sociedad. Por ejemplo: soy puntual, tengo un buen vocabulario, soy fiel a mi pareja, estudié y me preparé para tener un "buen trabajo". En el trabajo cumplo con todos los requisitos sociales y laborales para ser un buen empleado. Además, pago mis impuestos, voto cuando toca, no tengo deudas, veo todas las series de moda y mil etcéteras más.

Los que vivimos dentro del marco social y de los parámetros de la ley estamos convencidos de que somos los buenos, los que hacemos bien las cosas, los que nos tomamos en serio la vida, los que creemos que hay que tener objetivos, y eso es lo que estaría bien.

Todo lo demás está mal, equivocado, errado.

Pero... ¿y si fuera al revés?

¿Y si, en lugar de perseguir unicornios voladores con metas irreales, probáramos vivir de otro modo?

Esos que duermen en la calle, que viven de lo que pueden y como pueden. Esos que no tienen identificaciones legales, no votan y les da lo mismo si el gobierno es de izquierda o derecha. Sus preocupaciones van por otro lado: si va a llover, si conseguirán algo para comer.

Ellos no tienen deudas, no pagan impuestos, no necesitan ir al shopping para lucirse, no gastan dinero en cosas innecesarias, no son ubicables. Ninguna empresa gasta un peso en publicidad para estas personas, porque no son un objetivo comercial. Para Google, Amazon, Netflix, no existen. Nadie les va a vender nada... Pero a vos sí.

NO, NO, NO. Este texto no es una romantización de la pobreza, ni una propuesta para que abandones todo y te vayas a dormir a la calle.

Este texto es solo un ejercicio de imaginación, atreviéndome a pensar de otra manera.

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Que todo sea para bien. Y Gracias por leer.

César G. Monteghirfo.

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P. D. En ninguna de las religiones más difundidas del mundo ni en las "filosofías de vida" de Oriente se vanaglorían, alientan o promueven el consumismo, la ostentación o los logros económicos.

Pero eso, sin duda, debe ser una tontería del pasado. Pura casualidad.

¿Quién no va a querer vivir entre lujos?