No hay magia, es trabajo

Se le adjudica una frase a Miguel Ángel, que más allá de si la dijo o no, lo importante es darse cuenta de que es bonita la idea, pero no cierta.

Parece que alguien dijo que la estatua del David era preciosa, y Miguel Ángel respondió:

Yo solo trabajé el mármol, el David estaba adentro de la piedra.

Queda muy bien la idea, y de alguna rara manera podría tener algo de cierto, pero si en lugar de Miguel Ángel lo hubiera hecho yo, habría solo esquirlas de mármol desparramadas y una pérdida total del material.

Esto es lo mismo que el maestro de tiro con arco, que no mira ni apunta la flecha, sin embargo, la flecha da en el centro del objetivo. Entonces se concluye que la flecha "sabe dónde ir", porque el arco, la flecha y el objetivo son uno.

Como idea es genial, lo que nunca te cuentan son las 5000 flechas que disparó el maestro antes, para lograr esa puntería "sin apuntar".

No hay magia y no todos podemos hacer todo ni de la misma manera. Entiendo el discurso del mármol e incluso lo divulgo, pero, llegado el momento, y de a poco, hay que hacer consciente a las personas de que no todos podemos ser Miguel Ángel ni hacer las tortas que hacía mi abuela.

Pero hagas lo que hagas, no hay atajos, ni pases mágicos, y si existe la suerte, no cuentes con ella de por vida.

Tenemos virtudes y limitaciones. El camino es buscar mejorar nuestras virtudes e intentar superar las limitaciones. En qué sos bueno, qué te atrae, de qué tema podés hablar, leer o aprender por horas sin cansarte, ¿qué te hace vibrar distinto? Y dedicar tu vida a eso, con muchísimo trabajo, sacrificio, esfuerzo y poca recompensa.

Ojalá que encuentres tu camino, que encuentres tu mármol con un David dentro.

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Que todo sea para bien. Y gracias por leer.

César G. Monteghirfo